Vida Nueva de Dante Alighieri

[Traduzione di José Daniel Henao Grisales ]

[QUI] potete leggere il testo italiano già pubblicato su Retroguardia.

Vida Nueva de Dante

De Francesco Sasso

La obra ha sido compuesta una vez ha muerto Beatriz. En ella el poeta recoge veinticuatro sonetos, cuatro canciones, una estancia y una balada. Las ha reunido con una prosa antes que nada directa, para explicar las circunstancias y los estados de ánimo, de aquel cuyas rimas habían nacido y nos dan la tierna historia de su amor por Beatriz.

 
Nos dice que no tenía todavía nueve años cuando, viéndola por primera vez, se sintió dominado por el amor. Nueve años después la vio pasar por la calle mientras todo trepidaba allí, para recibir la señal de su saludo. Desde entonces y por siempre, toda su alegría va a estar en aquel saludo que lo embriaga y lo eleva al más alto grado de felicidad. No quería sin embargo, que los otros lo intuyeran, y por eso fingía suspirar por otras mujeres, quienes le hacían “la burla (che significa veritade?). (Entre paréntesis, ¿quién de vosotros, adolescentes, no ha usado nunca una táctica igual en el amor?)
Y tanto insiste en el flirteo de una de ellas (otra digresión: en mi opinión, a Dante no le molestaba fingir que le interesaban otras mujeres) que voces chismosas se levantaron contra él, deshonrándolo como una persona sensual, dedicada a los amores fáciles.
Llegan pues estos chismorreos a Beatriz, quien va a retirarle el saludo. El dolor del poeta fue terrible, no se atrevió más a dirigir a ella sus versos, pero, encaminándose hacia las mujeres gentiles, comenzó a tejer las más altas alabanzas para ella, transfigurándola entonces en una criatura celeste. Los famosos sonetos Tanta gentileza y Mirar perfectamente son fruto de esta nueva poesía, original y perfecta, como ninguna hecha por algún nuevo estilista.

 
Enfermoso, Dante se enfrascó sobre el pensamiento de la fragilidad humana, y cayó preso bajo el angustioso presentimiento de la muerte de Beatriz. Esto vino dándose realmente poco a poco y colmó de luto no sólo al poeta, sino a toda la ciudad. Mientras de esa manera, él se consumía en el dolor, lo visto en Gentil Dama, que buscó consolarlo ( y aquí los regreso a la canción de Ligabue Ciertas noches: “Ciertas noches en que tengas alguna herida, alguna amiga tuya te las desinfectará”) ya el poeta se sentía atraído de un sentimiento nuevo hacia la niña, cuando de pronto TAC Beatriz, apareciéndosele en un sueño, así como él la había visto el día en el que se había enamorado perdidamente, le hizo sentir que nada se había apagado en él y en su recuerdo, haciéndole prometer a su vez, no hablar más de aquella “Bendita” hasta que no lo “pudiera tratar más dignamente”.

 
La solemnidad casi religiosa de la historia, el místico éxtasis del poeta, la contemplación de la mujer convertida en criatura terrestre, el uso de la visión( Rimbaud todavía debe nacer), la indeterminación con las que son a sabiendas indicadas las personas y los lugares, que transportan al lector en mundo de sueño, todo el pathos de la obra en fin y especialmente aquella promesa solemne y final, son el más verdadero y digno anuncio de la Divina Comedia.  

 
A menudo también las páginas de prosa son muy espirituales, absortas, melancólicas y líricas. Allí se experimentan las doctrinas filosóficas y retóricas, que tiene sin embargo, un notable acento personal, acaso porque fueron compuestas todas juntas en un diseño preestablecido, probablemente en el 1290, cuando el poeta decide reunir en una obra orgánica, su historia de amor.      

 
Estas, las prosas, absorben también la función de unir en la economía narrativa las muchas líricas entre ellas, con el fin de que ninguna  resulte como expresión de un momento inconexo,  sino que confluyan a la estructura del acontecimiento. En fin, querido lector, podemos leer la Vida Nueva también como una novela de amor. Nace de esta operación el primer modelo de prosa de arte, en un sentido moderno, de nuestra literatura. 
f.s.

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Pubblicato da retroguardia

Docente e critico letterario. Dirige la rivista di critica letteraria "RETROGUARDIA". Si è occupato in particolare della narrativa di Guido Morselli e Gesualdo Bufalino. Altri interessi di ricerca riguardano anche la poesia contemporanea, la teoria della letteratura, il romanzo fantastico e comico, la metrica italiana. Suoi interventi critici sono apparsi in rete (Musicaos.it, Retroguardia, La poesia e lo spirito, ecc) e su alcune riviste di letteratura (Tabula rasa, Narrazioni, ecc). Socio fondatore dell’associazione culturale e membro del comitato di lettura di vibrisselibri, redattore de “La poesia e lo spirito” dal 2007.